Aterrizamos en Praga a las 17, y a las 23 partimos en bus hacia Budapest. Con nuestras mochilas al hombro recorrimos, durante esas horas, el fabuloso centro de Praga. ¿Fabuloso o fabulesco? De fábula, definitivamente. Aunque fue fugaz nuestra visita y yo ya había estado hace 7 años, Praga reconfirmó su lugar en el podio de las capitales más bellas. Una ciudad de cuento de hadas y castillos y de una torre con un reloj gigante en una plaza de ensueño. Cuando el sol se recuesta sobre el horizonte, los puentes parecen dibujarse sobre el río Moldava, que atraviesa la ciudad.
En Budapest nos recibió por la mañana Bálazs, un couchsurfer que ya me había hospedado en aquel viaje por estas tierras hace 7 años. Una vez más, tan amable e interesante. Luego de una amena charla, él y su novia partieron hacia sus viñedos, dejándonos su increíble piso en un edificio antiguo cercano al centro para disfrutar durante el fin de semana.
Budapest, aunque menos de cuento que Praga, no dejó de sorprendernos. Su imponente castillo del lado de Buda y su centro junto al río en Pest, fueron los protagonistas de nuestros paseos de fin de semana, antes de volver al calor de Barcelona.
FOTOS DE PRAGA (click en):
https://goo.gl/photos/fGZ9mucLvEQnM1d96
FOTOS DE BUDAPEST (click en):
Nos Vamos De Vida 
que lindo leerlos!
sigan empapandose de aventuras y siendo parte de miles de anecdotas que compartiran con su gente (nosoootros!! y los que se sumen) a lo largo de la vida
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Hermosa Valeeee! Claro! Hay miles de anécdotas para compartir con ustedes!
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